Victoria momentánea del Barça (0-2) tras una primera mitad bastante buena. Todo estaba controlado. Habían cumplido a la perfección con sus funciones y obligaciones. La Real Sociedad no encontraba su sitio en el terreno de juego y la defensa extremadamente adelantada ideada por Montanier les trajo dos buenos disgustos en forma de goles: uno de Xavi y otro deCesc. Ambos llegaron por el mismo camino: pase magistral en profundidad, el delantero le gana la espalda al defensa y solo ante el portero… gol. El Barça, con la ley del mínimo esfuerzo, se iba al descanso con el partido casi sentenciado y una sensación de superioridad absoluta. ¿Quién podría pensar entonces que el ‘Pep team’ se acabaría dejando dos puntos en Anoeta?
Nadie se imaginaba este sorprendente final, excepto Montanier y sus hombres. Tras el descanso, la Real saltó al campo con otro dibujo táctico, sin complejos, y con una actitud sobresaliente. Los espacios se achicaron, los robos de balón se sucedieron, y los donostiarras supieron aprovechar su oportunidad para golpear sin ningún rubor ni vergüenza al mejor equipo del mundo. Chapeau...
No hay comentarios:
Publicar un comentario