Desde que Pep llegó al Camp Nou, el Barça siempre ha volado hacia el éxito a una altura considerable y a una velocidad constante. En muy contadas ocasiones en 188 partidos, el equipo ha sufrido caídas en picado, aunque se da la coincidencia de que estas 'pájaras' aparecen siempre en cada temporada y algunas de ellas después de convocatorias de selecciones. Bajadas de tensión que han costado puntos y partidos, no títulos. Ayer, un balón a la defensa mal enviado de Villa y la falta de marca en el segundo malgastaron la ventaja culé (0-2).
El 2-2 de en Anoeta no fue un susto aislado. Fue una lección ya aprendida en el mismo escenario la temporada pasada. El 30 de abril y después de adelantarse con un tanto de Thiago, la Real remontó (2-1) impidiendo al Barça festejar por anticipado el título de Liga y le abortó el récord de 31 partidos seguidos invicto. Eso fue al final, en la jornada 34...
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