viernes, 23 de septiembre de 2011

Lo que el dedo se llevó

Los pesos pesados del vestuario del Real Madrid vieron la imagen de su entrenador metiéndole el dedo en el ojo a Tito Vilanova y comprendieron que se habían traspasado los límites de lo razonable. Hasta ese momento su adhesión había sido inquebrantable, contra viento y marea, aceptando que se les exprimiese en lo físico y en lo anímico, siguiendo a pies juntillas las indicaciones de su 'General' o 'Vinagre' -así le llaman- e incluso aceptando los castigos en forma de banquillo, como parte del trabajo.
Aquel lamentable episodio marcaba un antes y un después.
 Los jugadores ya no estaban dispuestos a participar de la obsesión que supone para el entrenador portugués este Barça hegemónico.Mourinho, más tarde o más temprano, dejará el club que le paga (como hizo con el Oporto, con el Chelsea, con el Inter), pero ellos seguirán siendo jugadores del Real Madrid con todo lo que ello representa...

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