El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, salió feliz y contento el sábado pasado del Palau de Congresos de Catalunya después de que los socios compromisarios aprobaran todas las propuestas presentadas a la asamblea, incluso la del patrocinio firmado con Catar, acuerdo que previamente había bendecido de forma pública el técnico, Pep Guardiola, jugador del Al-Ahli en 2003. La goleada del equipo azulgrana al Atlético animó dos horas después a Rosell a felicitar al barcelonismo por una jornada "democrática" completa.
La euforia le duró hasta que escuchó la rueda de prensa del entrenador. Guardiola defendió de forma inequívoca y agradecida a la junta que presidió Joan Laporta de 2003 a 2010 cuando se le preguntó si le disgustaba la acción de responsabilidad social y el embargo que el viernes deberán afrontar algunos miembros de la anterior directiva...
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